Trabajar con la sombra

Cuando se trabaja con la luz llega un momento en que se hace obvio que el trabajo con la sombra es tan importante como el primero para continuar nuestro camino de aprendizaje. Incluso cuando uno no se dedica a la sanación sino simplemente a su desarrollo como humano, el trabajo con la sombra es algo tan necesario como inevitable, y es que la “sombra” va a intentar por todos los medios llamar nuestra atención, hacernos girar hacia ella para que le hagamos caso, la miremos a la cara y nos pongamos a trabajar con ella. Hay mucho que puedes hacer por tu crecimiento interior trabajando con la luz, pero no es hasta que trabajas con la sombra que te das cuenta de que la única forma de “limpiar” ciertas cosas es bajar al sótano del subconsciente y enfrentarte a lo que hayas guardado allí bajo llave durante años.

¿Pero qué es exactamente “trabajar con la sombra”? Hace poco vi un vídeo de Teal Swan donde lo explica perfectamente y me gustaría compartirlo con vosotros. Quien quiera acudir directamente a la fuente puede verlo (en inglés) en este enlace: “What is Shadow Work?”, y para quien prefiera leerlo en español, aquí os dejo esta transcripción que os puede ayudar a entender a qué nos estamos refiriendo.


by Teal Swan

Debido al propio término “trabajo con la sombra”, es fácil ver por qué puede asociarse a imágenes de cosas oscuras y siniestras; quizá el trabajo con la sombra sea parte de una práctica espiritual oscura, pensamos, tal vez sea un proceso que implique los aspectos más negativos y malévolos de la personalidad… La verdad es que no es ése el caso, pero entonces ¿qué es exactamente el trabajo con la sombra?

Nacemos completos pero de niños somos dependientes de las relaciones que mantenemos con la familia que nos enseñará a socializar más tarde en una sociedad que no está completamente desarrollada; esto causa problemas porque nos enseña que unos aspectos de nosotros son aceptables y otros no. Lo que es aceptable y lo que no lo es depende de la visión de la familia en la que naces. Los aspectos de nosotros que parecen ser inaceptables o negativos son rechazados por nuestra familia y los que parecen correctos son aceptados. Al nacer relacionalmente dependientes haremos lo que haga falta para sobrevivir, lo que implica negar y reprimir los aspectos de nosotros mismos que nuestra familia desaprueba y exagerar aquellos que sí aceptan, disociándonos de lo inaceptable. Esto crea una división dentro de la persona, en lo que llamamos “consciente” e “subconsciente”. Este mecanismo instintivo de supervivencia que consiste en dividirnos entre lo consciente y lo inconsciente es en realidad nuestro primer acto de auto-rechazo.


Hace años, el revolucionario psicólogo Carl Jung, discípulo de Freud, se dio cuenta de que la gente tenía aspectos conscientes y subconscientes, lo que significa que una misma persona tiene partes de sí misma que sabe que existen y partes de las que no sabe nada en absoluto. La conciencia se ha asociado desde hace mucho con la luz; para ser consciente de algo tienes que ser capaz de verlo de la misma forma en que puedes ver algo cuando está iluminado. Cuando algo está en nuestro nivel subconsciente no podemos verlo, no tenemos conciencia de ello, lo mismo que podemos no tener conciencia de algo que no somos capaces de ver porque está en una habitación oscura. Así que lo que Carl Jung hizo fue referirse a los aspectos de la persona de los que no es consciente como “la sombra”. La sombra humana es cada aspecto de la persona que no está expuesto a la luz de su propia conciencia.

El motivo por el que la sombra contiene mayormente lo que consideramos cosas negativas es que la mayoría de nosotros tendemos a negar, reprimir o rechazar aspectos de nosotros que sentimos que son negativos. Pero una de las mayores equivocaciones consiste en pensar que el trabajo con la sombra solo contiene aspectos negativos, esto no puede estar más lejos de la realidad. Somos más proclives a reprimir por ejemplo los celos que un talento particular, pero la sombra a menudo contiene aspectos de la persona que son en realidad positivos. Esto ocurre especialmente con gente que lidia con la vergüenza y la baja autoestima.

Te pongo un ejemplo de cómo un aspecto positivo puede estar contenido en la sombra: Digamos que una niña nace con un marcado sentido de sí misma; sabe quién es, lo que le gusta, lo que no le gusta, y no teme dar su opinión, pero nace en una familia en la que las niñas deben ser vistas pero no escuchadas, las niñas deben ser dulces y no deben expresar sus opiniones. Los aspectos de esta niña que tienen que ver con su seguridad en sí misma serán rechazados por la familia y por tanto, para sobrevivir en el grupo, ella misma lo rechazará también, negará esa cualidad para ser querida e incluso cuando sea mayor intentará ser dulce, calladita y obediente. Su vida será dolorosa porque ha desterrado esa parte de sí misma, estará dividida. Como adulta probablemente romperá su relación con alguien para acabar descubriendo sus propios sentimientos, creencias y recuerdos subconscientes y averiguar que en realidad es asertiva y segura. Cuando reclame ese aspecto de sí misma encontrará la confianza para crear una vida en la que se sienta bien y donde esté rodeada de gente a la que querer en lugar de gente a la que obedecer.

Te doy otro ejemplo, esta vez sobre un aspecto negativo de la sombra. Digamos que tenemos un niño que se enfada con facilidad y que ha nacido en una familia donde el enfado se ve como algo malo; cuando el niño se enfada se avergüenza de su ira y es castigado por ello, tratará de rechazar esa ira y disociarse de ella de todas las formas posibles. Pero la ira no se va simplemente, al negarla se vuelve inconsciente y, cuando sea mayor, esta persona no sabrá conscientemente que tiene esa ira dentro, no podrá verse con claridad porque ha negado ese aspecto de sí mismo, así que cuando la gente le diga “cómo te enfadas, cuánta ira tienes”, no se verá reflejado en absoluto, probablemente se verá a sí mismo más bien como alguien con quien es fácil tratar. Si acaba descubriendo esa parte subconsciente donde se encuentra su ira, verá que en realidad ha estado saliendo todo el tiempo de forma pasivo-agresiva y causando dolor a la gente a su alrededor. Si se enfrenta directamente a esa ira, su comportamiento pasivo-agresivo dejará de existir y sus relaciones mejorarán considerablemente.

Cuando negamos, reprimimos o rechazamos algo no desaparece, solo se oculta de nuestra conciencia. Por eso hacemos tantas cosas que a veces no entendemos, es por lo que en ocasiones nos sentimos totalmente fuera de control. Somos adultos, tenemos mentes conscientes, deberíamos ser capaces de hacerlo mejor, pero en lugar de eso seguimos repitiendo los mismos patrones y cometiendo los mismos errores. Es por la sombra.

La principal razón por la que la gente se resiste a trabajar con la sombra es que reconocer algo que has reprimido en tu mente subconsciente porque lo rechazaste o negaste, te enfrenta cara a cara con el dolor de haber tenido que dividirte y haber perdido una parte de ti mismo con tal de sentirte querido; el dolor original del rechazo resurgirá cada vez que trabajas con la sombra. En otras palabras, traerá el mismo sentimiento de rechazo que experimentamos por primera vez con nuestros padres o cuidadores y eso nos hace sentir que vamos a volver a ser castigados o abandonados, dispara nuestro mecanismo de supervivencia y nos hace sentir como si literalmente fuéramos a morir.


La toma de autoconciencia nunca es fácil. Cada humano que ha sido socializado, que es prácticamente todo el mundo, ha pasado por este proceso de dividirse a sí mismo en dos partes, la consciente y la subconsciente. Este auto-rechazo es la suma del odio a sí mismo, y el vacío que sentimos es el recordatorio, los restos de los aspectos de nosotros mismos que hemos reprimido y rechazado, que hemos perdido.

Pero el universo entero está de nuestra parte y trata de ayudarnos a estar de nuevo completos; todo proceso en el universo está orientado al crecimiento y la expansión y así, el yo fracturado busca volver a unificarse. Se nos presentarán oportunidades para ver esos aspectos que hemos rechazado y negado, se nos darán los medios para enfrentar nuestra sombra, así que no importa realmente cuanto corramos o lo bien que pensemos que nos hemos escondido, la sombra seguirá alcanzándonos hasta que estemos dispuestos a hacer el trabajo que tenemos que hacer.

De esto es de lo que va realmente el trabajo con la sombra, se trata de voluntariamente volvernos conscientes de lo que una vez se hizo inconsciente en nosotros. Desafortunadamente el trabajo con la sombra se ha convertido en un proceso controvertido, especialmente en la comunidad de enfoque positivo (ver vídeo “Shadow work vs possitive focus”. Muy pronto podrás también leer la explicación del vídeo en español en “Trabajo con la sombra vs enfoque positivo”).

El trabajo con la sombra puede ser doloroso, es cierto, la autoconciencia no viene de forma natural para quien ha hecho una práctica de evitar el dolor, porque para volverte consciente de esos aspectos debes tratar de evitar escapar del dolor y el vacío interior que han dejado esas partes perdidas, pero es también la clave de una vida consciente y libre. El trabajo con la sombra se ha convertido en una forma de describir cualquier proceso en el que se hace consciente lo inconsciente (y hay miles de esos procesos). Cuanto más te das cuenta de que tu sombra existe, más te conviertes en un ser consciente; nadie ha conseguido la iluminación sin enfrentarse a su sombra y exponerla a la luz de la conciencia. Al final, trabajar con la sombra es prestar atención y dar amor a esos aspectos de ti mismo que han sido rechazados, así que si me preguntas te diría que el trabajo con la sombra es la forma más elevada de trabajo con la luz que puedes realizar.