El inocente

El inocente nos ayuda a crear nuestra imagen, la máscara que lucimos ante el mundo, nuestra personalidad y rol social. Aunque esta imagen carezca de profundidad y complejidad, nos proporciona, a nosotros y al resto de personas, una especie de sentido de quiénes somos y qué puede esperarse de nosotros. Como adultos, nos identificamos con los trabajos que hacemos y con nuestro estilo de vida. El inocente interior que llevamos dentro quiere ser amado y ser parte de todo, quiere pertenecer, encontrar su lugar, sentirse reconocido, a veces por las buenas, a veces por las malas.