Cortando lazos de energía


Según muchas escuelas espirituales, cada vez que nos relacionamos con una persona se crea un lazo energético que se mantiene incluso cuando ya no vemos más a esa persona, está lejos y no tenemos contacto directo con ella. Hayamos tenido una relación de corta o larga duración, de carácter positivo o negativo, ese lazo energético nos mantiene conectados en todo momento.

Muchas fuentes que tratan este tema ofrecen una información sesgada o cuanto menos confusa, ya que existen distintos tipos de hilos energéticos que nos unen a otras personas. Existen cuerdas que nos conectan naturalmente con personas con quienes nos hemos relacionado (previo consentimiento de ambos a nivel de alma) que deben estar ahí y mantenerse sanas; se trata de las conexiones aurales, cuerdas que nos conectan desde los niveles superiores. Puedes encontrar más información sobre estos lazos en la sección «Sanación energética», artículo «Cordones de luz» de la serie sobre interacciones aurales.

Luego están los conductos energéticos con que absorvemos energía los unos de los otros; estas conexiones son invasivas y perjudiciales, pues suponen ataduras que nos bloquean y debilitan, por lo que es sano cortarlas, para recuperar nuestra energía personal, la que vamos perdiendo a través de cada una de esas conexiones. De esos hilos es de lo que os quiero hablar en este artículo.

Enganches energéticos

El tipo de conexión energética que conviene evitar es un bloqueo que se genera entre personas que pasan normalmente bastante tiempo juntas, que forman parte de un mismo núcleo o ambiente (familiares, compañeros de trabajo, pareja, amigos o conocidos). Debido a la interacción energética que tiene lugar de forma regular, se proyecta mentalmente lo que podría verse como una especie de cordón, un enganche que conecta uno o varios de nuestros chakras con los de la otra persona.

Cuando proyectamos sobre la otra persona una emoción con la suficiente intensidad, es posible que se genere una de estas cuerdas entre nosotros y esa persona; se crea una cadena energética permanente que se mantiene ahí a menos que la desenganchemos conscientemente. Este tipo de conexión se produce normalmente de forma inconsciente y es intrusiva porque absorbe parte de la energía del chakra al que nos hemos conectado, causando una disfunción en la actividad de ese centro energético.

A veces la proyección que crea la conexión es suficientemente fuerte como para contener un programa negativo, de manera que esa cuerda no solo estará drenando la energía de su destinatario sino que también le estará causando un bloqueo energético que dependerá del tipo de energía negativa que lleve asociada la cuerda.

Limpieza energética

Al existir un lazo energético de este tipo, perdemos energía a través de ese conducto, por lo que es necesario interrumpir ese flujo para evitar la pérdida. Se trata de hacer una limpieza energética y restablecer nuestra energía personal, no dejar que nuestra esencia se desperdigue y evitar que otras personas nos agoten o tengan influencia sobre nuestro cuerpo energético; al recuperar nuestra energía fortalecemos también nuestra autonomía.


El objetivo puede ser tanto desprenderse de un lazo energético con alguien que ya no queremos o no está en nuestra vida, como reforzar una relación que sí queremos conservar o simplemente sanear nuestro cuerpo de energía (esto último ocurre de cualquier forma al realizar la limpieza energética).

Existen varias formas de hacer esta limpieza y cortar los lazos energéticos. Se puede realizar una limpieza de bloqueos a través de una sanación usando los Registros Akáshicos, en cuyo caso el sanador retira la cuerda y restaura el equilibrio del chakra afectado. También se puede utilizar un ejercicio de visualización según el cual uno mismo se desconecta la cuerda del propio chakra y del de la otra persona.

Esta limpieza se puede hacer de forma regular o esporádica, de uno a uno o en grupo, como mejor se adecue a las preferencias de quien realiza el ejercicio o de quien solicita la sanación.

Más adelante subiré al blog una meditación guiada para que puedas realizar el ejercicio escuchándolo en lugar de leerlo o tener que memorizarlo (el texto lo puedes encontrar en este enlace de Mis ideas peregrinas: Ejercicio para cortar lazos energéticos). También te puede resultar de ayuda solicitar una limpieza de bloqueos para soltar ataduras y otros enganches.

Cortamos los hilos, no la relación

Por último me gustaría precisar que no hay que temer que, al cortar el hilo energético, se rompan los lazos afectivos o la relación con la persona con quien nos unía una de estas cuerdas; eliminar esta conexión es sano pues solo implica devolver a cada cual su propia energía, dejar de interferir energéticamente, ambos recuperan la parte de energía vital que estaba manteniendo viva esa cuerda y que les estaba drenando, por no hablar de la eliminación de un programa que también podía estar afectando negativamente.

En realidad es una práctica que revitaliza a ambos y al final fortalece la relación si es que se desea mantener, ya que al cortar el lazo surge un deseo de reconexión verdadera y sana que aportará un impulso más favorable a la relación. Si ya no se tiene contacto con la persona con quien se corta el hilo, habrá por fin una sensación de cierre, de conclusión, que nos aportará paz y nos ayudará a continuar con nuestra vida.