David Bohm y la sanación cuántica: la conexión invisible del universo
La física cuántica ha revolucionado nuestra comprensión del mundo, pero pocos científicos han explorado la realidad de una manera tan profunda como David Bohm. Su teoría del orden implicado nos dice que todo en el universo está conectado a un nivel más profundo de lo que perciben nuestros sentidos. ¿Podría esto explicar por qué la sanación cuántica funciona?
El orden implicado: un universo interconectado
Para Bohm, la realidad no es lo que parece. Lo que vemos y experimentamos es solo la superficie de un orden explícito, una manifestación visible de un nivel más profundo llamado orden implicado. En este nivel, todo está interconectado, como si el universo fuera un océano infinito de información y energía donde cada partícula contiene la totalidad.
Este concepto es fascinante porque nos dice que la separación es una ilusión. En la sanación cuántica, cuando trabajamos con energía a distancia o reprogramamos la información del cuerpo, estamos accediendo a este nivel profundo donde todo está vinculado. Desde esta perspectiva, sanar a alguien no es “enviar” energía, sino desbloquear su conexión con el orden implicado, restaurando la armonía de su sistema.
La sanación cuántica y el campo de información universal
En la sanación cuántica, se habla a menudo de un campo de información al que podemos acceder para equilibrar el cuerpo y la mente. La visión de Bohm respalda esta idea: si toda la información del universo está contenida en cada una de sus partes, entonces el sanador puede acceder a ese nivel de realidad y modificar patrones de energía que afectan la salud.
Esto también explica por qué muchas terapias cuánticas funcionan sin contacto físico. Cuando un terapeuta trabaja con intención y enfoque, está interactuando con el orden implicado, permitiendo que la energía y la información fluyan libremente hasta el paciente.
Conciencia, energía y sanación
Bohm también creía que la conciencia juega un papel fundamental en la estructura del universo. En la sanación cuántica, la conciencia del terapeuta y la del receptor se sincronizan, influyendo en el campo de energía. Esto se alinea con estudios sobre la influencia de la intención en la materia, como los experimentos del Dr. Masaru Emoto sobre el agua o los estudios en biofotones y resonancia.
Si la conciencia y la energía están interconectadas, entonces la sanación no es solo una cuestión de procesos biológicos, sino de restaurar la coherencia en el campo energético del individuo.
Más allá de la física: un nuevo paradigma de sanación
David Bohm nos dejó un legado que trasciende la ciencia convencional. Su visión del universo como un todo interconectado nos ofrece una base para comprender la sanación desde una perspectiva cuántica, sin caer en el dualismo entre materia y energía.
Así como Bohm imaginó un universo donde todo está unido en un nivel más profundo, la sanación cuántica nos recuerda que no estamos separados de la fuente de equilibrio y bienestar. Solo necesitamos recordar nuestra conexión con el orden implicado y permitir que la energía fluya libremente.
Porque, al final, la sanación no es magia, es ciencia en acción.